Es inconveniente la existencia de mas de
un precio del dólar. En un sentido, refleja al extremo la distorsión de los precios
relativos. Sin embargo, la discusión sobre el dólar paralelo o blue como problema
ha hecho parecer absurda una cuestión que, por el contrario, es relevante:
¿Podría pensarse la brecha cambiaria entre dólar oficial y paralelo (que llegó
a 48% el 18 de enero) como una devaluación exitosa que, en realidad, supone un
second best o segundo mejor?
La economía argentina ha perdido la
competitividad ganada después de la brutal y exitosa devaluación post 2001. Sin
embargo, desde 2007 en adelante la creciente inflación y la creciente presión
impositiva han hecho perder esa competitividad
a la economía argentina. Las decisiones tomadas desde el gobierno desde esa
fecha han sido ineficientes. En el extremo de la ineficiencia figura la manipulación
del índice de precios elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos (INDEC). Sin embargo, una vez que el gobierno ha hundido el costo de la
ineficiencia, aparece la creciente brecha entre dólar oficial y paralelo como
una manera de devaluar sin profundizar las presiones inflacionarias. Este
ultimo punto es relevante porque se puede confundir el alto índice de inflación
real (20-25%) como una prueba del fracaso de la política cambiaria cuando en
realidad la permanencia de la inflación en ese ratio reflejaría lo contrario,
en tanto la inflación anual en torno del 25% se sucede desde 2008, pero ha sido
en este ultimo año donde el precio paralelo del dólar ha sincerado ese numero
de inflación real.
Por ende, si se ha repetido desde 2008
una tasa de inflación anual de 25% en un escenario de devaluación del dólar de
10% y, en el último año, se ha consolidado un nuevo escenario donde la
inflación permanece en torno al 25% pero donde surge un dólar paralelo que se devalúa
mas de un 25%, luego, estaríamos en presencia de una devaluación exitosa aun en
un escenario donde la inflación real continuara siendo en torno al 25%.
Paso seguido, es posible que la
existencia de una alta tasa de inflación nos haga perder de vista la existencia
de un segundo mejor: un escenario donde la inflación permanece igual de alta
pero donde la devaluación del tipo de cambio se ha profundizado. Si el gobierno
lograra que el precio del dólar paralelo no se trasladace a los precios
internos, estaríamos en presencia de una “devaluación exitosa” (es decir, de
una ganancia de competitividad de la economía) aun frente a una tasa de
inflación del 25% anual.
Mas aún, incluso en un escenario donde la
inflación pasara de 25 a 30% en el corriente año (2013) podría argumentarse
(repetimos, como segundo mejor) que ha acontecido una “devaluación exitosa” en
tanto la depreciación del peso frente al dólar pasó de 10% anual a 35-45% en un
escenario donde la inflación pasaría de 25 a 30%.